Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo 31, 2017

"¡Argentina, región de la aurora!", Rubén Darío

Rubén Darío ¡Argentina, región de la aurora! ¡Oh, tierra abierta al sediento de libertad y de vida, dinámica y creadora! ¡Oh barca augusta, de prora triunfante, de doradas velas! De allá de la bruma infinita, alzando la palma que agita, te saluda el divo Cristóbal, príncipe de las Carabelas.  Rubén Darío Más poemas de Rubén Darío Más Poesía    |    Cuento    |    Letras de canciones    |    Inicio

"Argentina, el día que te vistes de gala", Rubén Darío

Rubén Darío Argentina, el día que te vistes de gala, en que brillan tus calles y no hay aspectos ni almas tristes en alturas, pampas y valles; el día en que desde tus fuertes, tus cruceros y tus cuarteles salvas lanzas, músicas viertes entre las palmas y laureles, visitada por los príncipes de reinos y tierras lejanas y mensajeros de repúblicas, son las patrias americanas las que más comparten tu júbilo. Son las próximas hermanas las que te proclaman primera en el decoro familiar, después de heroica y guerrera, hospitalaria y maternal. Argentina tiarada de ónice y de mármol, se puede ver cuál luce sobre tu frente el diamante refulgente de las alturas, Lucifer: pues eres la aurora de América. Magnifícase tu apoteosis, regazo de múltiples climas, preferida del nuevo siglo, y en sus cláusulas y en sus rimas te profetizan tus profetas y te poetizan tus poetas. Crece el tesoro año por año, mientras prosigues las tareas de las por Dios suspendidas civ

"¡Argentina! el cantor ha oteado", Rubén Darío

Rubén Darío ¡Argentina! el cantor ha oteado desde la alta región tu futuro. Y vio en lo inmemorial del pasado las metrópolis reinas que fueron, las que por Dios malditas cayeron en instante pestífero; el muro que crujió remordido de llamas la hervorosa Persépolis, Tiro, la imperial Babilonia que aún brama, y las urbes que vieron a Ciro, a Alejandro, y a todos los fuertes que escoltaron victorias y muertes. Y miró a Bizancio y a Atenas, y a la que, domadora del mundo, siendo Lupa indomable, fue Roma. Y vio tronos, suplicios, cadenas, y con tiaras a tigres y hienas. Y cien más capitales precitas donde el hombre fue ciego a la vasta Libertad, donde fueron escritas terroríficas y duras leyes, contra tribus y pueblos y casta, o las leyes fueron voluntades; y a través de tragedias y gestas, derrumbáronse tronos y reyes, o se hicieron cenizas ciudades por ensalmos de frases funestas. Y después otros siglos y luchas, otra vez lo que arrasa y escombra, muchos

"¡Argentina! ¡Argentina! ", Rubén Darío

Rubén Darío ¡Argentina! ¡Argentina!  ¡Argentina! El sonoro  viento arrebata la gran voz de oro.  Ase la fuerte diestra la bocina,  y el pulmón fuerte, bajo los cristales  del azul, que han vibrado,  lanza el grito: Oíd, mortales,  oíd el grito sagrado.  Rubén Darío Más poemas de Rubén Darío Más Poesía    |    Cuento    |    Letras de canciones    |    Inicio

"¡Eheu!", Rubén Darío

Rubén Darío ¡Eheu! Aquí, junto al mar latino,  digo la verdad:  siento en roca, aceite y vino,  yo mi antigüedad. ¡Oh, qué anciano soy, Dios santo,  oh, qué anciano soy!...  ¿De dónde viene mi canto?  Y yo, ¿adónde voy? El conocerme a mí mismo  ya me va costando  muchos momentos de abismo  y el cómo y el cuándo... Y esta claridad latina,  ¿de qué me sirvió  a la entrada de la mina  del yo y el no yo?... Nefelibata contento,  creo interpretar  las confidencias del viento,  la tierra y el mar... Unas vagas confidencias  del ser y el no ser,  y fragmentos de conciencias  de ahora y de ayer. Como en medio de un desierto  me puse a clamar;  y miré el sol como un muerto  y me eché a llorar.  Rubén Darío Más poemas de Rubén Darío Más Poesía    |    Cuento    |    Letras de canciones    |    Inicio El poeta nicaragüense Rubén Darío es considerado el autor padre del movimiento literario denominado Modernismo.

"Aquella frente de virgen", Rubén Darío

Rubén Darío ABROJOS - XXIX Aquella frente de virgen, aquella cándida tez, aquellos rizos oscuros, aquellos labios de miel, aquellos ojos purísimos que vían con timidez, aquel seno que tenía de la niña y la mujer, y aquella risa inocente, eran... ¡la número 10!  Rubén Darío Más poemas de Rubén Darío Más Poesía    |    Cuento    |    Letras de canciones    |    Inicio

"Animará la virgen tierra", Rubén Darío

Rubén Darío Animará la virgen tierra la sangre de los finos brutos que da la pecuaria Inglaterra; irán cargados de tributos los pesados carros férreos que arrastran candentes y humeantes los aulladores elefantes de locomotoras veloces; segarán las mieses las hoces de artefactos casi vivientes; habrá montañas de simientes; como un litúrgico aparato se herirán miles de testuces en las hecatombes bovinas; y junto al bullicio del hato, semejantes a ondas marinas irán las ondas de avestruces. Pasarán los largos dragones con sus caudas de vagones por la extensión taciturna en donde el árbol legendario como un soñador solitario da sus cabellos al pampero. Y en la poesía nocturna, surgirá del rancho primero el espíritu del pasado que a modo de luz vaga existe, cuyo último vigor palpita en el payador inspirado que lanza el sollozo del triste o el llanto de la vidalita.  Rubén Darío Más poemas de Rubén Darío Más Poesía    |    Cuento    |    Letras de ca

"Anagké", Rubén Darío

Rubén Darío Anagké Y dijo la paloma: —Yo soy feliz. Bajo el inmenso cielo, en el árbol en flor, junto a la poma llena de miel, junto al retoño suave y húmedo por las gotas de rocío,         tengo mi hogar. Y vuelo         con mis anhelos de ave,         del amado árbol mío         hasta el bosque lejano,         cuando, al himno jocundo         del despertar de Oriente, sale el alba desnuda, y muestra al mundo el pudor de la luz sobre su frente.         Mi ala es blanca y sedosa;         la luz la dora y baña,         y céfiro la peina; son mis pies como pétalos de rosa.         Yo soy la dulce reina que arrulla a su palomo en la montaña. En el fondo del bosque pintoresco está el alerce en que formé mi nido; y tengo allí, bajo el follaje fresco, un polluelo sin par, recién nacido.         Soy la promesa alada,         el juramento vivo; soy quien lleva el recuerdo de la amada para el enamorado pensativo;         yo soy la mensajera de los tristes y ardien

"Amo los pálidos rostros" (Abrojos XLIV), Rubén Darío

Rubén Darío ABROJOS - XLIV Amo los pálidos rostros y las brunas cabelleras, los ojos lánguidos y húmedos propicios a la tristeza, y las espaldas de nieve, en donde, oscuras y gruesas, caen, sedosas, las gordas trenzas, y donde el amor platónico huye, baja la cabeza, mientras, temblando, se mira la carne rosada y fresca.  Rubén Darío  Más poemas de Rubén Darío Más Poesía    |    Cuento    |    Letras de canciones    |    Inicio

"Amado Nervo", poema de Rubén Darío

Rubén Darío             VII  Amado Nervo Amado es la palabra que en querer se concreta;  Nervo es la vibración de los nervios del mal.  ¡Bendita sea y pura la canción del poeta  que lanzó sin pensar su frase de cristal!... Fraile de los suspiros, celeste anacoreta,  que tienes en blancura l'azúcar y la sal,  muéstrame el lirio puro que sigues en la veta,  y hazme escuchar el eco de tu alma sideral. Generoso y sutil como una mariposa,  encuentra en mí la miel de lo que soy capaz,  y goza en mí la dulce fragancia de la rosa. No busques en mis gestos el alma de mi faz;  quiere lo que se aquieta, busca lo que reposa  y ten, como una joya, la perla de la Paz.   Rubén Darío Más poemas de Rubén Darío Más Poesía    |    Cuento    |    Letras de canciones    |    Inicio Rubén Darío es considerado el padre del Modernismo .

"Amada, la noche llega", Rubén Darío

Rubén Darío   Rima II Amada, la noche llega; las ramas que se columpian hablan de las hojas secas y de las flores difuntas. Abre tus labios de ninfa, dime en tu lengua de musa: ¿recuerdas la dulce historia de las pasadas venturas? ¡Yo la recuerdo! La niña de la cabellera bruna está en la cita temblando llena de amor y de angustia. Los efluvios otoñales van en el aura nocturna, que hace estremecerse el nido en que una tórtola arrulla. Entre las ansias ardientes y las caricias profundas, ha sentido el galán celos que el corazón le torturan. Ella llora, él la maldice, pero las bocas se juntan... En tanto los aires vuelan y los aromas ondulan; se inclinan las ramas trémulas y parece que murmuran algo de las hojas secas y de las flores difuntas.  Rubén Darío Más poemas de Rubén Darío Más Poesía    |    Cuento    |    Letras de canciones    |    Inicio El poeta nicaragüense Rubén Darío es considerado el autor padre del movimiento literario denominado Mode

"Ama tu ritmo y ritma tus acciones", Rubén Darío

Rubén Darío Ama tu ritmo y ritma tus acciones  Ama tu ritmo y ritma tus acciones  bajo su ley, así como tus versos;  eres un universo de universos  y tu alma una fuente de canciones. La celeste unidad que presupones  hará brotar en ti mundos diversos,  y al resonar tus números dispersos  pitagoriza en tus constelaciones. Escucha la retórica divina  del pájaro del aire y la nocturna  irradiación geométrica adivina; mata la indiferencia taciturna  y engarza perla y perla cristalina  en donde la verdad vuelca su urna.  Rubén Darío Este soneto forma parte de un apartado o conjunto de poemas que con el título "Las anáforas de Epicuro" fue publicado por Rubén Darío en el libro Prosas profanas en 1896. ______________________________ Más poemas de Rubén Darío Más Poesía    |    Cuento    |    Letras de canciones    |    Inicio Rubén Darío es considerado el autor padre del movimiento literario denominado Modernismo.

"Trébol" (Entre Góngora, Velázquez y Darío), Rubén Darío

Rubén Darío VII     TRÉBOL               I De D. Luis de Góngora y Argote a D. Diego de Silva Velázquez Mientras el brillo de tu gloria augura ser en la eternidad sol sin poniente, fénix de viva luz, fénix ardiente, diamante parangón de la pintura, de España está sobre la veste oscura tu nombre, como joya reluciente, rompe la Envidia el fatigado diente, y el Olvido lamenta su amargura. Yo en equívoco altar, tú en sacro fuego, miro a través de mi penumbra el día en que el calor de tu amistad, don Diego, jugando de la luz con la armonía, con la alma luz, de tu pincel el juego el alma duplicó de la faz mía.               II De D. Diego de Silva Velázquez a D. Luis de Góngora y Argote Alma de oro, fina voz de oro, al venir hacia mí, ¿por qué suspiras? Ya empieza el noble coro de las liras a preludiar el himno a tu decoro; ya el misterioso son del noble coro calma el Centauro sus grotescas iras, y con nueva pasión que les inspiras tornan a amarse Angélica y

"Allá lejos", Rubén Darío

Rubén Darío XL  ALLÁ LEJOS Buey que vi en mi niñez echando vaho un día  bajo el nicaragüense sol de encendidos oros,  en la hacienda fecunda, plena de la armonía  del trópico; paloma de los bosques sonoros  del viento, de las hachas, de pájaros y toros  salvajes, yo os saludo, pues sois la vida mía. Pesado buey, tú evocas la dulce madrugada  que llamaba a la ordeña de la vaca lechera,  cuando era mi existencia toda blanca y rosada,  y tú, paloma arrulladora y montañera,  significas en mi primavera pasada  todo lo que hay en la divina Primavera.  Rubén Darío Más poemas de Rubén Darío Más Poesía    |    Cuento    |    Letras de canciones    |    Inicio