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Mostrando entradas de enero 30, 2024

Hay un día feliz, poema de Nicanor Parra

HAY UN DÍA FELIZ A recorrer me dediqué esta tarde Las solitarias calles de mi aldea Acompañado por el buen crepúsculo Que es el único amigo que me queda. Todo está como entonces, el otoño Y su difusa lámpara de niebla, Sólo que el tiempo lo ha invadido todo Con su pálido manto de tristeza. Nunca pensé, creédmelo, un instante Volver a ver esta querida tierra, Pero ahora que he vuelto no comprendo Cómo pude alejarme de su puerta. Nada ha cambiado, ni sus casas blancas Ni sus viejos portones de madera. Todo está en su lugar; las golondrinas En la torre más alta de la iglesia; El caracol en el jardín, y el musgo En las húmedas manos de las piedras. No se puede dudar, éste es el reino Del cielo azul y de las hojas secas En donde todo y cada cosa tiene Su singular y plácida leyenda: Hasta en la propia sombra reconozco La mirada celeste de mi abuela. Estos fueron los hechos memorables Que presenció mi juventud primera, El correo en la esquina de la plaza Y la humedad en las murallas viejas. ¡

Poemas de Nicanor Parra

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Es olvido, Nicanor Parra

Nicanor Parra Es olvido Juro que no recuerdo ni su nombre, Mas moriré llamándola María, No por simple capricho de poeta: Por su aspecto de plaza de provincia. ¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros, Ella una joven pálida y sombría. Al volver una tarde del Liceo Supe de la su muerte inmerecida, Nueva que me causó tal desengaño Que derramé una lágrima al oírla. Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera! Y eso que soy persona de energía. Si he de conceder crédito a lo dicho Por la gente que trajo la noticia Debo creer, sin vacilar un punto, Que murió con mi nombre en las pupilas, Hecho que me sorprende, porque nunca Fue para mí otra cosa que una amiga. Nunca tuve con ella más que simples Relaciones de estricta cortesía, Nada más que palabras y palabras Y una que otra mención de golondrinas. La conocí en mi pueblo (de mi pueblo Sólo queda un puñado de cenizas), Pero jamás vi en ella otro destino Que el de una joven triste y pensativa. Tanto fue así que hasta llegué a tratarla Con el celeste nom