Una querencia tengo por tu acento, una apetencia por tu compañía y una dolencia de melancolía por la ausencia del aire de tu viento. Paciencia necesita mi tormento urgencia de tu garza galanía, tu clemencia solar mi helado día, tu asistencia la herida en que lo cuento. ¡Ay, querencia, dolencia y apetencia!: tus sustanciales besos, mi sustento, me faltan y me muero sobre mayo. Quiero que vengas, flor, desde tu ausencia, a serenar la sien del pensamiento que desahoga en mí su eterno rayo. _______________________________ Miguel Hernández (1910-1942), gran poeta español, de un lirismo vigoroso. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.
Literatura de todas partes