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Mostrando entradas de septiembre 28, 2018

"Herodías" Stéphane Mallarmé

(Escena) La nodriza - Herodías Nodriza ¡Vives! ¿O aquí la sombra miro de una princesa? A mis labios tus dedos, sus anillos, y cesa de andar por ignoradas edades... Herodías                                                       Detente. De mis inmaculados cabellos el torrente rubio, al bañar mi cuerpo solitario, lo hiela de horror, y mis cabellos, que la luz encarcela, son inmortales. Un beso me mataría si la belleza no fuera la muerte...                                                        ¿Guía qué imán, y cuál mañana que olvidan los videntes vuelca su triste luz en ocasos murientes, lo sé yo? Tú me has visto, mi nodriza invernal, bajo prisión de piedras y de duro metal donde arrastran leones viejos siglos arcanos entrar, mientras venía, fatal, puras las manos En el desierto aroma de estos reyes vetustos; ¿pero es que viste acaso cuáles fueron mis sustos? Me detengo en exilios soñando; se deshojan como al pie de una fuente cuyas linfas me acojan- yertos lirios en mí, mientr

"Brisa marina", Stéphane Mallarmé

Leí todos los libros y es, ¡ay! , la carne triste. ¡huir, huir muy lejos! Ebrias aves se alejan entre el cielo y la espuma. Nada de lo que existe, ni los viejos jardines que los ojos reflejan, ni la madre que, amante, da leche a su criatura, ni la luz que en la noche mi lámpara difunde sobre el papel en blanco que defiende su albura retendrá al corazón que ya en el mar se hunde. ¡Yo partiré! ¡Oh, nave, tu velamen despliega y leva al fin las anclas hacia incógnitos cielos! Un tedio, desolado por la esperanza ciega, confía en el supremo adiós de los pañuelos. Y tal vez, son tus mástiles de los que el viento lanza sobre perdidos náufragos que no encuentran maderos, sin mástiles, sin mástiles, ni islote en lontananza... Corazón, oye cómo cantan los marineros! Stéphane Mallarmé (1842-1898), poeta francés. __________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura

"Aparición", Stéphane Mallarmé

La luna se entristecía. Serafines llorando sueñan, el arquillo en los dedos, en la calma de las flores vaporosas, sacaban de las lánguidas violas blancos sollozos resbalando por el azul de las corolas, Era el día bendito de tu primer beso. Mi ensueño que se complace en martirizarme se embriagaba sabiamente con el perfume de tristeza Que incluso sin pena y sin disgusto deja el recoger de su sueño al corazón que lo ha acogido. Vagaba, pues, con la mirada fija en el viejo enlosado, cuando con el sol en los cabellos, en la calle y en la tarde, tú te me apareciste sonriente, y yo creí ver el hada del brillante sombrero, que otrora aparecía en mis sueños de niño mimado, dejando siempre, de sus manos mal cerradas, cien blancos ramilletes de estrellas perfumadas. Stéphane Mallarmé (1842-1898), poeta francés. __________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura

"Angustia", Stéphane Mallarmé

Hoy no vengo a vencer tu cuerpo, oh bestia llena de todos los pecados de un pueblo que te ama, ni a alzar tormentas tristes en tu impura melena bajo el tedio incurable que mi labio derrama. Pido a tu lecho el sueño sin sueños ni tormentos con que duermes después de tu engaño, extenuada, tras el telón ignoto de los remordimientos, tú que, más que los muertos, sabes lo que es la nada. Porque el Vicio, royendo mi majestad innata, con su esterilidad como a ti me ha marcado; pero mientras tu seno sin compasión recata un corazón que nada turba, yo huyo, deshecho, pálido, por el lúgubre sudario obsesionado, ¡con terror de morir cuando voy solo al lecho! Stéphane Mallarmé (1842-1898), poeta francés. __________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura