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Mostrando entradas de junio 24, 2025

Poemas de Adam Zagajewski

 Poemas de Adam Zagajewski  Adam Zagajewski A mí mismo en mis memorias   Autorretrato   Canción del emigrado  Domingo  En Drohobych  Habla más suave   Ilustración  Instantes breves  Oda a la suavidad    Vaporetto   Viento  Lista alfabética de autores  |   Inicio

Habla más suave, Adam Zagajewski

  Habla más suave Adam Zagajewski Habla más suave: eres mayor que aquel que fuiste tanto tiempo; eres mayor que tú mismo y sigues sin saber qué es la ausencia, el oro, la poesía. El agua sucia anegó la calle; una tormenta breve sacudió esta ciudad plana, adormecida. Cada tormenta es un adiós, cientos de fotógrafos parecen sobrevolarnos, inmortalizar con flash segundos de miedo y pánico. Sabes qué es el duelo, la desesperación violenta que ahoga el ritmo cardiaco y el futuro. Entre extraños llorabas, en un moderno almacén donde el dinero, ágil, sin cesar, circulaba. Has visto Venecia, y Siena, y en los lienzos, en la calle, jovencísimas, tristes Madonnas que ansiaban ser muchachas normales y bailar en carnaval. Has visto incluso pequeñas urbes, nada bonitas, gente vieja extenuada por el sufrimiento y el tiempo. Ojos de santos morenos brillando en iconos medievales, ojos ardientes de bestias salvajes. Entre los dedos cogías guijarros de la playa La Galere, y de pronto sentías por ell...

Oda a la suavidad, Adam Zagajewski

  Oda a la suavidad Adam Zagajewski Los amaneceres son ciegos como gatitos. Las uñas crecen confiadamente, aún saben qué tocarán. Suaves son los sueños y la ternura como niebla suspendida sobre nosotros, igual que la campana de Sigismundo antes que el frío la abrazase. Adam Zagajewski Más poemas de Adam Zagajewski | Lista alfabética de autores

Autorretrato, Adam Zagajewski

  Autorretrato Adam Zagajewski Entre ordenador, lápiz y máquina de escribir  se me pasa la mitad del día. Algún día se convertirá en medio siglo. Vivo en ciudades ajenas y a veces converso  con gente ajena sobre cosas que me son ajenas.  Escucho mucha música: Bach, Mahler, Chopin, Shostakovich.  En la música encuentro la fuerza, la debilidad y el dolor, los tres elementos.  El cuarto no tiene nombre.  Leo a poetas vivos y muertos, aprendo de ellos tenacidad, fe y orgullo. Intento comprender   a los grandes filósofos -la mayoría de las veces consigo captar tan sólo jirones de sus valiosos pensamientos. Me gusta dar largos paseos por las calles de París  y mirar a mis prójimos, animados por la envidia, la ira o el deseo; observar la moneda de plata que pasa de mano en mano y lentamente pierde  su forma redonda (se borra el perfil del emperador).  A mi lado crecen árboles que no expresan nada,  salvo su verde perfección indif...

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