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Mostrando entradas de julio 10, 2018

"Ropas con su olor", Miguel Hernández

Ropas con su olor paños con su aroma. Se alejó en su cuerpo, me dejó en sus ropas, lecho sin calor, sábana de sombra. Se ausentó en su cuerpo. Se quedó en sus ropas.                        _______________________________ Miguel Hernández (1910-1942), gran poeta español, de un lirismo vigoroso. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.

"Orillas de tu vientre...", Miguel Hernández

¿Qué exaltaré en la tierra que no sea algo tuyo? A mi lecho de ausente me echo como a una cruz de solitarias lunas del deseo, y exalto la orilla de tu vientre. Clavellina del valle que provocan tus piernas. Granada que ha rasgado de plenitud su boca. Trémula zarzamora suavemente dentada donde vivo arrojado. Arrojado y fugaz como el pez generoso, ansioso de que el agua, la lenta acción del agua lo devaste: sepulte su decisión eléctrica de fértiles relámpagos. Aún me estremece el choque primero de los dos; cuando hicimos pedazos la luna a dentelladas, impulsamos las sábanas a un abril de amapolas, nos inspiraba el mar. Soto que atrae, umbría de vello casi en llamas, dentellada tenaz que siento en lo más hondo, vertiginoso abismo que me recoge, loco de la lúcida muerte. Túnel por el que a ciegas me aferro a tus entrañas. Recóndito lucero tras una madreselva hacia donde la espuma se agolpa, arrebatada del íntimo destino. En ti tiene el oasi

"Nanas de la cebolla", Miguel Hernández

La cebolla es escarcha cerrada y pobre. Escarcha de tus días y de mis noches. Hambre y cebolla, hielo negro y escarcha grande y redonda. En la cuna del hambre mi niño estaba. Con sangre de cebolla se amamantaba. Pero tu sangre, escarchada de azúcar, cebolla y hambre. Una mujer morena resuelta en luna se derrama hilo a hilo sobre su cuna. Ríete, niño, que te tragas la luna cuando es preciso. Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en los ojos la luz del mundo. Ríete tanto que en el alma, al oírte, bata el espacio. Tu risa me hace libre, me pones alas. Soledades me quita, cárcel me arranca. Boca que vuela, corazón que en tus labios relampaguea. Es tu risa la espada más victoriosa, vencedor de las flores y las alondras. Rival del sol. Porvenir de mis huesos y de mi amor. La carne aleteante, súbito el párpado, y el niño como nunca coloreado. ¡Cuánto jilguero se remonta, aletea, desde tu cuerpo! Desperté de ser niño; nunca

"Menos tu vientre", Miguel Hernández

Menos tu vientre todo es confuso. Menos tu vientre todo es futuro fugaz, pasado baldío, turbio.  Menos tu vientre todo es oculto, menos tu vientre todo inseguro, todo es postrero polvo sin mundo.  Menos tu vientre todo es oscuro, menos tu vientre claro y profundo. _______________________________ Miguel Hernández (1910-1942), gran poeta español, de un lirismo vigoroso. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.  

"Llegó tan hondo el beso", Miguel Hernández

Llegó tan hondo el beso que traspasó y emocionó los muertos. El beso trajo un brío que arrebató la boca de los vivos. El hondo beso grande sintió breve los labios al ahondarse. El beso aquel que quiso cavar los muertos y sembrar los vivos.                         _______________________________ Miguel Hernández (1910-1942), gran poeta español, de un lirismo vigoroso. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.  

"La boca", Miguel Hernández

Boca que arrastra mi boca, boca que me has arrastrado: boca que vienes de lejos a iluminarme de rayos. Alba que das a mis noches un resplandor rojo y blanco. Boca poblada de bocas: pájaro lleno de pájaros. Canción que vuelve las alas hacia arriba y hacia abajo. Muerte reducida a besos, a sed de morir despacio, das a la grama sangrante dos tremendos aletazos. El labio de arriba el cielo y la tierra el otro labio. Beso que rueda en la sombra: beso que viene rodando desde el primer cementerio hasta los últimos astros. Astro que tiene tu boca enmudecido y cerrado, hasta que un roce celeste hace que vibren sus párpados. Beso que va a un porvenir de muchachas y muchachos, que no dejarán desiertos ni las calles ni los campos. ¡Cuánta boca ya enterrada, sin boca, desenterramos! Bebo en tu boca por ellos brindo en tu boca por tantos que cayeron sobre el vino de los amorosos vasos. Hoy son recuerdos, recuerdos besos distantes y amargos. Hundo en t

"Hijo de la luz y de la sombra...", Miguel Hernández

( Hijo de la sombra ) Eres la noche, esposa: la noche en el instante mayor de su potencia lunar y femenina. Eres la medianoche: la sombra culminante donde culmina el sueño, donde el amor culmina. Forjado por el día, mi corazón que quema lleva su gran pisada del sol adonde quieres, con un sólido impulso, con una luz suprema, cumbre de las montañas y los atardeceres. Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje su avaricioso anhelo de imán y poderío. Un astral sentimiento febril me sobrecoge, incendia mi osamenta con un escalofrío. El aire de la noche desordena tus pechos, y desordena y vuelca los cuerpos con su choque. Como una tempestad de enloquecidos lechos, eclipsa las parejas, las hace un solo bloque. La noche se ha encendido como una sorda hoguera de llamas minerales y oscuras embestidas. Y alrededor la sombra late como si fuera las almas de los pozos y el vino difundidas. Ya la sombra es el nido cerrado, incandescente, la visible cegue

"En el fondo del hombre", Miguel Hernández

En el fondo del hombre agua removida. En el agua más clara quiero ver la vida. En el fondo del hombre agua removida. En el agua más clara sombra sin salida. En el fondo del hombre agua removida.                    _______________________________ Miguel Hernández (1910-1942), gran poeta español, de un lirismo vigoroso. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.  

"El amor ascendía entre nosotros", Miguel Hernández

El amor ascendía entre nosotros como la luna entre las dos palmeras que nunca se abrazaron. El íntimo rumor de los dos cuerpos hacia el arrullo un oleaje trajo, pero la ronca voz fue atenazada. Fueron pétreos los labios. El ansia de ceñir movió la carne, esclareció los huesos inflamados, pero los brazos al querer tenderse murieron en los brazos. Pasó el amor, la luna, entre nosotros y devoró los cuerpos solitarios. Y somos dos fantasmas que se buscan y se encuentran lejanos.                         _______________________________ Miguel Hernández (1910-1942), gran poeta español, de un lirismo vigoroso. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.

"Besarse, mujer...", Miguel Hernández

Besarse, mujer, al sol, es besarnos en toda la vida. Ascienden los labios eléctricamente vibrantes los rayos, con todo el fulgor de un sol entre cuatro. Besarse a la luna, mujer, es besarnos en toda la muerte. Descienden los labios con toda la luna pidiendo su ocaso, gastada y helada y en cuatro pedazos.                      _______________________________ Miguel Hernández (1910-1942), gran poeta español, de un lirismo vigoroso. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.

"Ascensión de la escoba", Miguel Hernández

Coronada la escoba de laurel, mirto, rosa, es el héroe entre aquellos que afrontan la basura. Para librar del polvo sin vuelo cada cosa bajó,  porque era palma y azul, desde la altura. Su ardor de espada joven y alegre no reposa. Delgada de ansiedad, pureza, sol, bravura, azucena que barre sobre la misma fosa, es cada vez más alta, más cálida, más pura. ¡Nunca! La escoba nunca será crucificada porque la juventud propaga su esqueleto que es una sola flauta, muda, pero sonora. Es una sola lengua, sublime y acordada. Y ante su aliento raudo se ausenta el polvo quieto, y asciende una palmera, columna hacia la aurora.                         _______________________________ Miguel Hernández (1910-1942), gran poeta español, de un lirismo vigoroso. ________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.

"Antes del odio", Miguel Hernández

Beso soy, sombra con sombra. Beso, dolor con dolor, por haberme enamorado, corazón sin corazón, de las cosas, del aliento sin sombra de la creación. Sed con agua en la distancia, pero sed alrededor. Corazón en una copa donde me la bebo yo, y no se lo bebe nadie, nadie sabe su sabor. Odio, vida: ¡cuánto odio sólo por amor! No es posible acariciarte con las manos que me dio el fuego de más deseo, el ansia de más ardor. Varias alas, varios vuelos abaten en ellas hoy hierros que cercan las venas y las muerden con rencor. Por amor, vida, abatido, pájaro sin remisión. Sólo por amor odiado, sólo por amor. Amor, tu bóveda arriba y yo abajo siempre, amor, sin otra luz que estas ansias, sin otra iluminación. Mírame aquí encadenado, escupido, sin calor a los pies de la tiniebla más súbita, más feroz, comiendo pan y cuchillo como buen trabajador y a veces cuchillo sólo, sólo por amor. Todo lo que significa golondrinas, ascensión, claridad, anchura

"Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío", Miguel Hernández

Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío: claridad absoluta, transparencia redonda, limpidez cuya entraña, como el fondo del río, con el tiempo se afirma, con la sangre se ahonda. ¿Qué lucientes materias duraderas te han hecho, corazón de alborada, carnación matutina? Yo no quiero más día que el que exhala tu pecho. Tu sangre es la mañana que jamás se termina. No hay más luz que tu cuerpo, no hay más sol: todo ocaso. Yo no veo las cosas a otra luz que tu frente. La otra luz es fantasma, nada más, de tu paso. Tu insondable mirada nunca gira al poniente. Claridad sin posible declinar. Suma esencia del fulgor que ni cede ni abandona la cumbre. Juventud. Limpidez. Claridad. Transparencia acercando los astros más lejanos de lumbre. Claro cuerpo moreno de calor fecundante. Hierba negra el origen; hierba negra las sienes. Trago negro los ojos, la mirada distante. Día azul. Noche clara. Sombra clara que vienes. Yo no quiero más luz que tu sombra do

"Muerte nupcial", Miguel Hernández

El lecho, aquella hierba de ayer y de mañana: este lienzo de ahora sobre madera aún verde, flota como la tierra, se sume en la besana donde el deseo encuentra los ojos y los pierde. Pasar por unos ojos como por un desierto; como por dos ciudades que ni un amor contienen. Mirada que va y vuelve sin haber descubierto el corazón a nadie, que todos la enarenen. Mis ojos encontraron en un rincón los tuyos. Se descubrieron mudos entre las dos miradas. Sentimos recorrernos un palomar de arrullos, y un grupo de arrebatos de alas arrebatadas. Cuanto más se miraban más se hallaban: más hondos se veían, más lejos, más en uno fundidos. El corazón se puso, y el mundo, más redondos. Atravesaba el lecho la patria de los nidos. Entonces, el anhelo creciente, la distancia que va de hueso a hueso recorrida y unida, al aspirar del todo la imperiosa fragancia; proyectamos los cuerpos más allá de la vida. Expiramos del todo. ¡Qué absoluto portento! ¡Qué total fue la dich

"Desde que el alba quiso ser alba...", Miguel Hernández

Desde que el alba quiso ser alba, toda eres madre. Quiso la luna profundamente llena. En tu dolor lunar he visto dos mujeres, y un removido abismo bajo una luz serena. ¡Qué olor a madreselva desgarrada y hendida! ¡Qué exaltación de labios y honduras generosas! Bajo las huecas ropas aleteó la vida, y sintieron vivas bruscamente las cosas. Eres más clara. Eres más tierna. Eres más suave. Ardes y te consumes con más recogimiento. El nuevo amor te inspira la levedad del ave y ocupa los caminos pausados de tu aliento. Ríe, porque eres madre con luna. Así lo expresa tu palidez rendida de recorrer lo rojo; y ese cerezo exhausto que en tu corazón pesa, y el ascua repentina que te agiganta el ojo. Ríe, que todo ríe: que todo es madre leve. Profundidad del mundo sobre el que te has quedado sumiéndote y ahondándote mientras la luna mueve, igual que tú, su hermosa cabeza hacia otro lado. Nunca tan parecida tu frente al primer cielo. Todo lo abres, todo lo alegras, m