Hice bien en herirte, mujer desconocida. Al abrazarte luego de distinta manera, ¡qué verdadero amor, el único, sentimos, y qué besos eléctricos se dieron nuestras nubes! Como el mueble y la tela, tus denudo no tenía importancia bajo el aire, bajo el alma, bajo nuestras almas. Nosotros ya no entendíamos de aquello. Era el suelo de un ámbito celeste, imponderable. Éramos transparencias altísimas, calientes. Leer reseña biográfica y más poemas de Manuel Altolaguirre . Poeta español (Málaga 1905 - Burgos 1959) ___________________________________ Letras de acá y de allá. Blog de literatura.
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