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"Echado está por tierra el fundamento" (Soneto XXVI), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega Echado está por tierra el fundamento que mi vivir cansado sostenía. ¡Oh cuánto bien se acaba en solo un día! ¡Oh cuántas esperanzas lleva el viento! ¡Oh cuán ocioso está mi pensamiento cuando se ocupa en bien de cosa mía! A mi esperanza, así como a baldía, mil veces la castiga mi tormento. Las más veces me entrego, otras resisto con tal furor, con una fuerza nueva, que un monte puesto encima rompería. Aquéste es el deseo que me lleva a que desee tornar a ver un día a quien fuera mejor nunca haber visto. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"¡Oh hado ejecutivo en mis dolores...!" (Soneto XXV), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega ¡Oh hado ejecutivo en mis dolores, cómo sentí tus leyes rigurosas! Cortaste el árbol con manos dañosas y esparciste por tierra fruta y flores, En poco espacio yacen los amores, y toda la esperanza de mis cosas, tornados en cenizas desdeñosas y sordas a mis quejas y clamores. Las lágrimas que en esta sepultura se vierten hoy en día y se vertieron recibe, aunque sin fruto allá te sean, hasta que aquella eterna noche oscura me cierre aquestos ojos que te vieron, dejándome con otros que te vean. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"Ilustre honor del nombre de Cardona" (Soneto XXIV), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega Ilustre honor del nombre de Cardona, décima moradora de Parnaso, a Tansillo, a Minturno, al culto Taso sujeto noble de imortal corona: si en medio del camino no abandona la fuerza y el espirtu a vuestro Laso, por vos me llevará mi osado paso a la cumbre difícil de Elicona. Podré llevar entonces sin trabajo, con dulce son que el curso al agua enfrena, por un camino hasta agora enjuto, el patrio, celebrado y rico Tajo, que del valor de su luciente arena a vuestro nombre pague el gran tributo. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"En tanto que de rosa y de azucena", (Soneto XXIII), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega En tanto que de rosa y de azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, con clara luz la tempestad serena; y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena: coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera por no hacer mudanza en su costumbre. ______________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"Con ansia extrema de mirar qué tiene" (Soneto XXII), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega Con ansia extrema de mirar qué tiene vuestro pecho escondido allá en su centro y ver si a lo de fuera lo de dentro en aparencia y ser igual conviene, en él puse la vista, mas detiene de vuestra hermosura el duro encuentro mis ojos, y no pasan tan adentro que miren lo que el alma en sí contiene. Y así se quedan tristes en la puerta hecha, por mi dolor, con esa mano, que aún a su mismo pecho no perdona; donde vi claro mi esperanza muerta y el golpe, que en vos hizo amor en vano, non esservi passato oltra la gona. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"Clarísimo marqués, en quien derrama" (Soneto XXI), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega Clarísimo marqués, en quien derrama el cielo cuanto bien conoce el mundo, si al gran valor en qu’el sujeto fundo y al claro resplandor de vuestra llama arribare mi pluma y do la llama la voz de vuestro nombre alto y profundo, seréis vos solo eterno y sin segundo, y por vos inmortal quien tanto os ama. Cuanto del largo cielo se desea, cuanto sobre la tierra se procura, todo se halla en vos de parte a parte; y, en fin, de solo vos formó natura una estraña y no vista al mundo idea y hizo igual al pensamiento el arte. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"Con tal fuerza y vigor son concertados" (Soneto XX), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega Con tal fuerza y vigor son concertados para mi perdición los duros vientos que cortaron mis tiernos pensamientos luego que sobre mí fueron mostrados. El mal es que me quedan los cuidados en salvo destos acontecimientos, que son duros y tienen fundamientos en todos mis sentidos bien echados. Aunque por otra parte no me duelo, ya qu’el bien me dejó con su partida, del grave mal que en mí está de contino; antes con él me abrazo y me consuelo, porque en proceso de tan dura vida ataje la largueza del camino. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"Julio, después que me partí llorando" (Soneto XIX), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega Julio, después que me partí llorando de quien jamás mi pensamiento parte y dejé de mi alma aquella parte que al cuerpo vida y fuerza estaba dando, de mi bien a mí mismo voy tomando estrecha cuenta, y siento de tal arte faltarme todo el bien que temo en parte que ha de faltarme el aire suspirando. Y con este temor mi lengua prueba a razonar con vos, oh dulce amigo, de la amarga memoria de aquel día en que yo comencé como testigo a poder dar, del alma vuestra, nueva y a sabella de vos del alma mía. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"Si a vuestra voluntad yo soy de cera" (Soneto XVIII), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega Si a vuestra voluntad yo soy de cera y por sol tengo solo vuestra vista, la cual a quien no inflama o no conquista con su mirar es de sentido fuera, ¿de dó viene una cosa que, si fuera menos veces de mí probada y vista, según parece que a razón resista, a mi sentido mismo no creyera? Y es que yo soy de lejos inflamado de vuestra ardiente vista y encendido tanto que en vida me sostengo apenas; mas si de cerca soy acometido de vuestros ojos, luego siento helado cuajárseme la sangre por las venas. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"Pensando que el camino iba derecho" (Soneto XVII), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega Pensando que el camino iba derecho, vine a parar en tanta desventura que imaginar no puedo, aun con locura, algo de que esté un rato satisfecho: el ancho campo me parece estrecho, la noche clara para mí es oscura, la dulce compañía amarga y dura, y duro campo de batalla el lecho. Del sueño, si hay alguno, aquella parte sola que es ser imagen de la muerte se aviene con el alma fatigada. En fin que, como quiera, estoy de arte que juzgo ya por hora menos fuerte, aunque en ella me vi, la que es pasada. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"No las francesas armas odïosas", (Soneto XVI), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega No las francesas armas odïosas, en contra puestas del airado pecho, ni en los guardados muros con pertrecho los tiros y saetas ponzoñosas; no las escaramuzas peligrosas, ni aquel fiero rüido contrahecho de aquel que para Júpiter fue hecho por manos de Vulcano artificiosas, pudieron, aunque más yo me ofrecía a los peligros de la dura guerra, quitar una hora sola de mi hado; mas infición de aire en solo un día me quitó al mundo y me ha en ti sepultado, Parténope, tan lejos de mi tierra. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

"Si quejas y lamentos pueden tanto" (Soneto XV), Garcilaso de la Vega

Garcilaso de la Vega Si quejas y lamentos pueden tanto que enfrenaron el curso de los ríos y en los diversos montes y sombríos los árboles movieron con su canto; si convertieron a escuchar su llanto los fieros tigres y peñascos fríos; si, en fin, con menos casos que los míos bajaron a los reinos del espanto: ¿por qué no ablandará mi trabajosa vida, en miseria y lágrimas pasada, un corazón comigo endurecido? Con más piedad debía ser escuchada la voz del que se llora por perdido que la del que perdió y llora otra cosa. _____________________________________________ Garcilaso de la Vega. El Príncipe de los Poetas Españoles.

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