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Vaporetto, poema de Adam Zagajewski

 Vaporetto

adam zagajewski



En el bolsillo de la cazadora encuentras

un pasaje azul para el vaporetto

(il biglietto, non cedibile).


El billete azul, poco mayor

que un sello de la República de Togo,

te promete un cambio, un viaje.


Se derrite la laca en el recuerdo,

se deshiela la almendra de la nieve alpina.

Ahora puede empezar la expedición.


Estás en Texas, en la tierra llana,

entre los robles eternamente verdes,

que no recuerdan nada.


Por canales estrechos navegarás

con !”alemas, a contracorriente;

y hallarás glaciares y grisura.


El billete reza: corsa semplice,

pero no menciona el desierto,

la monotonía del gravoso mar,


el deseo, el aduanero malicioso,

que no te espera sólo a ti,

islas de indiferencia y de cenizas.


Navegarás largamente. Quizás llegues

allí donde descansa el erizo de Venecia,

agua, encajes y oro.


Quizás llegues allí donde se alzan

las rojas torres de Venecia, torres fieles,

agujas de un compás perdido en el océano.


Adam Zagajewski





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